Debate por incumplimiento de contrato en la provisión de cuatro helicópteros
• PASARON 7 AÑOS Y AÚN GENDARMERÍA NO RECIBIÓ LOS ADQUIRIDOS EN 2009
Son los 4 aparatos Bell H1-H Huey II renovados y destinados al transporte de tropa en Gendarmería. Son para la lucha contra el narcotráfico.
EDGARDO AGUILERA
Patricia Bullrich dilata la decisión sobre qué hacer con el incumplimiento de un contrato por parte de la firma Módena. Se trata de la provisión de 4 helicópteros Bell militares renovados a la versión H1-H Huey II para transporte de tropas destinados a la Gendarmería. La negociación comenzó y se pagó en su totalidad durante la administración Kirchner.
Los aparatos son esenciales para la lucha contra el narco y otros delitos complejos que ocurren en zona de frontera. Permiten movilizar hasta 12 hombres pertrechados y depositarlos en el lugar del ilícito.
La gestión Bullrich había organizado la recepción de la segunda máquina en una ceremonia que se fijó para el 28 de noviembre del año pasado. El acto se frustró porque se constataron irregularidades en la documentación técnica que avala las modernizaciones de la aeronave. Las inspecciones mostraron anormalidades inaceptables en el mundo aeronáutico, donde la seguridad -está en juego la vida- es el pilar. Por caso, el tanque de combustible no correspondía al modelo a recibir sino que es de una versión civil, no se pudo comprobar la trazabilidad de varios componentes, faltaban las firmas de los técnicos estadounidenses responsables de los trabajos de modernización, entre otras novedades. El dato más preocupante surge de un catálogo de aeronaves siniestradas que publica y actualiza la fundación internacional Flight Safety. Muestra que una de las células a modernizar identificada con el número 73-21784 perteneció al 2°Batallón de helicópteros de asalto de la Guardia Nacional de Minnesota. Que fue "dado de baja (dañado sin posibilidad de reparación)", se lee en el sitio de la Ong Flight Safety.
En 2009 la empresa Modena ganó la licitación pública que había lanzado el entonces ministro Julio Alak para la adquisición de 4 helicópteros. Único oferente, cotizó 3.988.982 dólares por cada unidad y recibió un total de 15.955.928 por el lote de las 4 máquinas. Pasados 7 años, la Gendarmería sólo cuenta con un aparato en vuelo.
El contrato estipulaba que los helicópteros provenientes de los Estados Unidos serían llevados al estándar Huey II. La versión Huey II es una modernización que asegura el aumento de la performance de la aeronave y el sostenimiento técnico por parte del fabricante: Bell Textron Helicopter.
Un asunto no aclarado es por qué y quién autorizó al oferente Modena a subcontratar los servicios de los talleres del Ejército Argentino para llevar adelante el upgrade cuando el contrato al parecer establecía que las máquinas se recibirían ya modernizadas de los Estados Unidos. La estadounidense Bell, proveedora de las células (estructuras) y del kit de conversión a Huey II, sigue de manera oficiosa el asunto. No es parte en el contrato pero está en juego la imagen empresarial, quizá el activo más importante en ventas globalizadas. El Ejército Argentino cuenta con un taller habilitado por Bell que efectúa la conversión a Huey II a los helicópteros de la Aviación Militar bajo el programa Hornero. Las autoridades de Seguridad estiman (no se encontraron datos) que hubo una extensión del alcance de la habilitación dada por Bell al Ejército para que pueda ocuparse del upgrade de los helicópteros adquiridos para Gendarmería. Esas instalaciones están en el Batallón de Abastecimiento y Mantenimiento de Aeronaves 601. En la actualidad los talleres tienen el personal técnico reducido, muchos migraron a la Policía Metropolitana y las reformas a las máquinas de la Gendarmería quedan a la cola de la prioridad que tienen las del Ejército
Los datos imprecisos sobre las tareas de modernización abrieron un debate interno en Seguridad. La visión legal impulsa la ejecución de la póliza del seguro de caución a Módena por el contrato incumplido. La política, urgida por la necesidad de dar una respuesta al flagelo del narcotráfico, busca una solución más expeditiva, que Módena ofrezca otras máquinas de disponibilidad inmediata.
Los aparatos son esenciales para la lucha contra el narco y otros delitos complejos que ocurren en zona de frontera. Permiten movilizar hasta 12 hombres pertrechados y depositarlos en el lugar del ilícito.
La gestión Bullrich había organizado la recepción de la segunda máquina en una ceremonia que se fijó para el 28 de noviembre del año pasado. El acto se frustró porque se constataron irregularidades en la documentación técnica que avala las modernizaciones de la aeronave. Las inspecciones mostraron anormalidades inaceptables en el mundo aeronáutico, donde la seguridad -está en juego la vida- es el pilar. Por caso, el tanque de combustible no correspondía al modelo a recibir sino que es de una versión civil, no se pudo comprobar la trazabilidad de varios componentes, faltaban las firmas de los técnicos estadounidenses responsables de los trabajos de modernización, entre otras novedades. El dato más preocupante surge de un catálogo de aeronaves siniestradas que publica y actualiza la fundación internacional Flight Safety. Muestra que una de las células a modernizar identificada con el número 73-21784 perteneció al 2°Batallón de helicópteros de asalto de la Guardia Nacional de Minnesota. Que fue "dado de baja (dañado sin posibilidad de reparación)", se lee en el sitio de la Ong Flight Safety.
En 2009 la empresa Modena ganó la licitación pública que había lanzado el entonces ministro Julio Alak para la adquisición de 4 helicópteros. Único oferente, cotizó 3.988.982 dólares por cada unidad y recibió un total de 15.955.928 por el lote de las 4 máquinas. Pasados 7 años, la Gendarmería sólo cuenta con un aparato en vuelo.
El contrato estipulaba que los helicópteros provenientes de los Estados Unidos serían llevados al estándar Huey II. La versión Huey II es una modernización que asegura el aumento de la performance de la aeronave y el sostenimiento técnico por parte del fabricante: Bell Textron Helicopter.
Un asunto no aclarado es por qué y quién autorizó al oferente Modena a subcontratar los servicios de los talleres del Ejército Argentino para llevar adelante el upgrade cuando el contrato al parecer establecía que las máquinas se recibirían ya modernizadas de los Estados Unidos. La estadounidense Bell, proveedora de las células (estructuras) y del kit de conversión a Huey II, sigue de manera oficiosa el asunto. No es parte en el contrato pero está en juego la imagen empresarial, quizá el activo más importante en ventas globalizadas. El Ejército Argentino cuenta con un taller habilitado por Bell que efectúa la conversión a Huey II a los helicópteros de la Aviación Militar bajo el programa Hornero. Las autoridades de Seguridad estiman (no se encontraron datos) que hubo una extensión del alcance de la habilitación dada por Bell al Ejército para que pueda ocuparse del upgrade de los helicópteros adquiridos para Gendarmería. Esas instalaciones están en el Batallón de Abastecimiento y Mantenimiento de Aeronaves 601. En la actualidad los talleres tienen el personal técnico reducido, muchos migraron a la Policía Metropolitana y las reformas a las máquinas de la Gendarmería quedan a la cola de la prioridad que tienen las del Ejército
Los datos imprecisos sobre las tareas de modernización abrieron un debate interno en Seguridad. La visión legal impulsa la ejecución de la póliza del seguro de caución a Módena por el contrato incumplido. La política, urgida por la necesidad de dar una respuesta al flagelo del narcotráfico, busca una solución más expeditiva, que Módena ofrezca otras máquinas de disponibilidad inmediata.
fuente: www.ambito.com