Seguridad pagó por cuatro helicópteros en 2010 y sólo recibió dos
• TARDANZA PRIVADA EN CUMPLIR EL CONTRATO DE ADQUISICIÓN
EDGARDO AGUILERA
A cinco años de la firma de un contrato de adquisición de cuatro helicópteros Bell destinados a la Gendarmería, y que el Ministerio de Seguridad pagó por completo, sólo se recibieron dos máquinas. La licitación pública se lanzó en mayo de 2009, luego por decisión administrativa 893/2010 se aprobó la contratación, hubo una única oferta del Grupo Módena. La operación comercial se resolvió durante la gestión del entonces ministro Julio Alak y el seguimiento del contrato continuó en el período de Nilda Garré. La firma Módena cotizó 3.988.982 dólares por cada unidad, un total de 15.955.928 por el lote de 4 helicópteros marca Bell, modelo UH-1H, Huey II. El Estado pagó todo y a la fecha sólo cuenta con la mitad de las aeronaves. El contrato estipulaba que los helicópteros provenientes de los Estados Unidos serán llevados al estándar Huey II en la Argentina por la firma Módena.
La versión Huey II es una modernización que asegura el aumento de la performance de la aeronave y el sostenimiento técnico por parte del fabricante: Bell Textron Helicopter.
El primero de la serie recién fue incorporado a la actividad operativa en marzo de 2015, mientras que el segundo, ya convertido a Huey II, aún no puede volar, restan trámites de habilitación y certificación por parte del fabricante y de la autoridad aeronáutica nacional.
El Ministerio de Seguridad, responsable de la operación, advirtió que había un contrato ejecutado durante el kirchnerismo al que le faltaban los bienes adquiridos.
La presión por contar con medios aéreos para combatir el narcotráfico en la frontera del NOA y el NEA hizo el resto. Patricia Bullrich dio instrucciones y se convocó de urgencia a Cristiano Rattazzi, titular del Grupo Módena. La reunión fue encabezada por el jefe de Gabinete del ministerio, Pablo Noceti, acompañado por el auditor Sergio Lombardo. Bullrich pasó de apuro unos instantes, sólo para saludar al empresario automotor.
"Nos debe 8 millones de dólares", palabras más o menos fue la frase que abrió la conversación del lado de Seguridad.
La estadounidense Bell, proveedora de las células (estructuras) y del kit de conversión a Huey II, quedó en medio del sofocón. Hay una factura con el membrete Módena-Bell, que la identifica como parte, aunque el único actor en la licitación es Módena.
La firma de Rattazzi se comprometió a apurar los tiempos para actualizar y poner en servicio los dos helicópteros faltantes y completar el trámite de habilitación del que está listo para operar.
La Gendarmería necesita estas máquinas para aeromovilidad y despliegue rápido de tropas al punto donde se detecten actividades ilícitas. También se busca contar con otras plataformas aéreas de vigilancia (inteligencia electrónica), trámite que con máquinas Tecnam 2006T impulsa el brigadier retirado Vicente Autiero, subsecretario de Coordinación del Ministerio de Seguridad.
El Ejército cuenta con un taller habilitado por Bell que efectúa la conversión a Huey II a los helicópteros de la Aviación Militar. Esas instalaciones están en el Batallón de Abastecimiento y Mantenimiento de Aeronaves 601.
La versión Huey II es una modernización que asegura el aumento de la performance de la aeronave y el sostenimiento técnico por parte del fabricante: Bell Textron Helicopter.
El primero de la serie recién fue incorporado a la actividad operativa en marzo de 2015, mientras que el segundo, ya convertido a Huey II, aún no puede volar, restan trámites de habilitación y certificación por parte del fabricante y de la autoridad aeronáutica nacional.
El Ministerio de Seguridad, responsable de la operación, advirtió que había un contrato ejecutado durante el kirchnerismo al que le faltaban los bienes adquiridos.
La presión por contar con medios aéreos para combatir el narcotráfico en la frontera del NOA y el NEA hizo el resto. Patricia Bullrich dio instrucciones y se convocó de urgencia a Cristiano Rattazzi, titular del Grupo Módena. La reunión fue encabezada por el jefe de Gabinete del ministerio, Pablo Noceti, acompañado por el auditor Sergio Lombardo. Bullrich pasó de apuro unos instantes, sólo para saludar al empresario automotor.
"Nos debe 8 millones de dólares", palabras más o menos fue la frase que abrió la conversación del lado de Seguridad.
La estadounidense Bell, proveedora de las células (estructuras) y del kit de conversión a Huey II, quedó en medio del sofocón. Hay una factura con el membrete Módena-Bell, que la identifica como parte, aunque el único actor en la licitación es Módena.
La firma de Rattazzi se comprometió a apurar los tiempos para actualizar y poner en servicio los dos helicópteros faltantes y completar el trámite de habilitación del que está listo para operar.
La Gendarmería necesita estas máquinas para aeromovilidad y despliegue rápido de tropas al punto donde se detecten actividades ilícitas. También se busca contar con otras plataformas aéreas de vigilancia (inteligencia electrónica), trámite que con máquinas Tecnam 2006T impulsa el brigadier retirado Vicente Autiero, subsecretario de Coordinación del Ministerio de Seguridad.
El Ejército cuenta con un taller habilitado por Bell que efectúa la conversión a Huey II a los helicópteros de la Aviación Militar. Esas instalaciones están en el Batallón de Abastecimiento y Mantenimiento de Aeronaves 601.
fuente: www.ambito.com
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