lunes, 27 de octubre de 2014

Gobierno finalizó compra de 10 aviones alemanes

• SON APARATOS DE ENTRENAMIENTO GROB 120 TP PARA INSTRUCCIÓN DE PILOTOS

Por: Edgardo Aguilera


El Gobierno completó la compra de 10 aviones Grob 120 TP, entrenadores turbopropulsados de fabricación alemana que FAdeA le alquilará a la Fuerza Aérea para instrucción de pilotos militares.
 En medio del corsé a la salida de divisas el Gobierno canceló la deuda de la fábrica estatal de aviones Brigadier San Martín con el grupo aeronáutico alemán Grob.El viernes pasado la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) giró el tramo final (unos 400 mil dólares) de un contrato de 19,4 millones de euros por la adquisición de 10 aviones Grob TP 120 de origen alemán destinados al entrenamiento de pilotos militares. A partir de ahora el dueño legítimo de la escuadrilla de los entrenadores turbopropulsados Grob 120 TP es FAdeA que los alquila a la Fuerza Aérea para la formación de pilotos bajo un programa de "pay per hour(pago por hora de vuelo).

El primer lote -cuatro aviones-arribó al país en julio de 2013; los vuelos de instrucción de los aspirantes del Curso Básico Conjunto de Aviador Militar (CBCAM) comenzaron en agosto de aquel año. 

Los seis restantes no llegaron porque el Gobierno interrumpió los pagos fijados en el contrato. La política de control de divisas y de pagos externos del Banco Central obligó al presidente de FAdeA, Matías Savoca, a escalonar las erogaciones entre la constelación de proveedores, nacionales y extranjeros, de la fabril estatal. Los nuevos aparatos se transportarán por buque y estarían en el país a fin de noviembre. 

Sujeto a un malabarismo financiero heredado del expresidente Raúl Argañaraz, Savoca se las arregló para calmar ansiedades y renegoció una a una las deudas hasta que la sentencia de Thomas Griesa ordenando a la Argentina el pago a los buitres volvió a impactar el ritmo de cancelación de los compromisos externos dispuestos por Economía. 

Entre el 25 y el 28 de agosto pasado viajó a la localidad alemana de Mattsies-Tussenhausen, a 90 kilómetros de Múnich, donde se encuentra emplazada la empresa aeronáutica Grob Aircraft AG, una delegación de FAdeA encabezada por el ingeniero aeronáutico Lautaro Carioli, director manager, junto al ingeniero Carlos Conci, jefe del Sistema Grob y tres técnicos. Asistieron a jornadas de intercambio de experiencias con sus pares de Grob.Carioli fue portador de un nuevo esquema de pagos que Grob aceptó y culminó el viernes último. 

El 1 de octubre, cuatro días después de aquella visita a Alemania, se conoció la dimisión de Juan Carlos Fábregaa la presidencia del Banco Central.

No parece casual que luego de la renuncia de Fábrega comenzaron las transferencias diarias de euros y dólares a la cuenta del grupo alemán Grob hasta la cancelación de la deuda acumulada. Alejandro Vanoli, a poco de su asunción como titular del Central, dijo que los movimientos con el dólar podrían tener "intencionalidad política, en vísperas de un año electoral, y algunos sectores quieren forzar inestabilidad y que este Gobierno tenga mayores dificultades, más allá de la cuestión absurda del juez (Thomas) Griesa".

Es cierto que el CEO de Grob Aircraft, Andre Hiebeler, un self made man de los negocios, apasionado jugador de polo, advirtió que sólo entregaría los seis aviones contra la cancelación total de la deuda, pero también lo es que FAdeA tenía cinco aeronaves ya saldadas y sólo restaban pagos parciales por uno.

Lo de FAdeA no fue sólo trabajo financiero; se priorizó el objetivo político de regularizar la instrucción de pilotos y lograr egresos en un año para lo cual es imperioso contar con las 10 aeronaves en la línea de vuelo. FAdeA tendrá que arreglarse con nueve, porque la aeronave matrícula E-501 fue dañada por el capitán José Comincinien una maniobra de inexplicable impericia para un instructor de vuelo; la reparación costará 350 mil dólares. Averió la estructura, el tren de aterrizaje y la hélice, que fueron reparados en FAdeA, y el motor que se envió a una recorrida a la planta de Rolls Royce en Malta. 

Las tres fuerzas demandan la incorporación de jóvenes aviadores a las escuadrillas para atender necesidades operativas crecientes, entre ellas el Fortín II, operativo contribuyente al Plan Escudo del Norte que emprendió el Gobierno para la vigilancia y control del espacio aéreo en la frontera norte. Otra misión que comprometerá esfuerzo aéreo (y de radares) es la participación militar en la iniciativa Pampa Azul de aplicación en el Atlántico Sur para la investigación científica, monitoreo y custodia de los recursos marinos (oceánicos y lecho).
fuente: www.ambito.com

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