Estados Unidos aprueba otros 4.300 millones de dólares para su segundo super portaviones
(defensa.com) El astillero estadounidense Huntinton Ingalls se ha adjudicado un contrato valorado en 4.300 millones de dólares para continuar la construcción del portaaviones USS John F. Kennedy (CVN-79) que ya acomete. El contrato incluye 3.350 millones de dólares para diseño y construcción del buque y 941,2 millones de dólares para que su filial Newport News Shipbuilding compre materiales y continúe con la construcción.
El USS John F. Kennedy es el segundo super portaviones de la clase Gerald R. Ford, cuyo astronómico coste alcanza los 11.500 millones de dólares. La construcción de este buque comenzó en 2010 y está previsto que este verano se coloque la quilla y que su construcción finalice el año que viene. Está formado por 1.100 bloques de los que 450 ya han sido construidos. Estos buques incluyen gran número de mejoras sobre las series actuales, incluyendo rediseño de la cubierta de vuelo, sistemas de gestión de armamento y sistemas mejorados, una isla rediseñada, una nueva planta propulsora nuclear capaz de generar más electricidad o un sistema de catapultas electromagnéticas entre otras mejoras. El objetivo es aumentar el número de salidas de aeronaves y poder hacerlo con una plantilla menor y menores costes.
Incluso en Estados Unidos se está criticando el elevado coste del programa de construcción de tres nuevos portaaviones, ya que el primero de ellos, el Gerald R. Ford, actualmente en pruebas, ha costado 12.900 millones de dólares. El tercero, el Enterprise tendrá un coste similar. Además, el hecho de que Huntinton Ingalls sea actualmente el único astillero de los Estados Unidos capaz de construir portaaviones ha provocado sospechas sobre la competitividad del proceso, aunque el astillero se defiende alegando que trabaja en reducir los costes. (J.N.G.)
Incluso en Estados Unidos se está criticando el elevado coste del programa de construcción de tres nuevos portaaviones, ya que el primero de ellos, el Gerald R. Ford, actualmente en pruebas, ha costado 12.900 millones de dólares. El tercero, el Enterprise tendrá un coste similar. Además, el hecho de que Huntinton Ingalls sea actualmente el único astillero de los Estados Unidos capaz de construir portaaviones ha provocado sospechas sobre la competitividad del proceso, aunque el astillero se defiende alegando que trabaja en reducir los costes. (J.N.G.)
fuente: www.defensa.com
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