Qué piden los cordobeses para el Aeropuerto Taravella
Cuáles son las obras que se necesitarían para mejorar la infraestructura de la aeroestación de Córdoba.
En 1998, se anunció la construcción de un nuevo edificio para el Aeropuerto Internacional Ambrosio Taravella de la ciudad de Córdoba. La promesa constaba de una inversión de 500 millones de dólares para una nueva terminal de 34 mil metros cuadrados. Pero la crisis de 2001 arrastró al proyecto original. En 2007, se inauguraron las obras, que significaron una inversión de 70 millones de dólares para la construcción de un nuevo edificio de siete mil metros cuadrados y la remodelación de la vieja terminal
Por algunos años, la falta de vuelos internacionales camufló el real impacto de esa importantísima reducción de obras edilicias. Pero la llegada de cada vez más aeronaves procedentes de distintos puntos de América y hasta de Europa, puso sobre el tapete los problemas de infraestructura del aeropuerto.
La Voz del Interior pidió opiniones sobre qué debería mejorarse en la terminal, que se promociona como la segunda puerta de ingreso a la Argentina desde el exterior.
El arquitecto Jorge Morini, diseñador del Palacio de Justicia II, opinó que primero hay que terminar el proyecto original. “Se pusieron a recuperar cosas viejas, cuando en realidad el proyecto preveía un aeropuerto lineal”, agregó.
Para Morini, habría que alargar las mangas y ampliar las playas donde aparcan los aviones. “Hay que hacer todos los embarques después del edificio nuevo, y tienen que estar vinculadas directamente. Hay que ampliar las plataformas de aviones, porque hay que trasladar las mangas hacia atrás y prolongarlas”, indicó el arquitecto. “Como puerta de entrada a Córdoba es bastante precaria”, concluyó.
Emilio Etchegorri, secretario de la Cámara de Industriales de Córdoba, dijo: “El principal problema que veo como usuario –viaja unas dos veces por semana– es la falta de mangas, que sólo están reservadas para vuelos internacionales”. Explicó que “los colectivos, aunque son pocos metros, generan mucha incomodidad”.
Contó que “el día que llueve, con ese sistema te mojás; si hace frío el cambio de temperatura del avión al colectivo y al aeropuerto de nuevo es espantoso; no entran todos en el colectivo y hay que esperar afuera, al lado del avión, a que llegue otro”, se quejó. Consideró que “realmente se justifica la inversión en más mangas porque hace a la calidad del servicio y más de un aeropuerto que recibe aviones internacionales”.
Otro punto que consideró importante es el estacionamiento. “Los que viajamos por cuestiones de trabajo en el día y dejamos el auto en el aeropuerto, nos vamos sabiendo que no quedan bien resguardados porque no son más de 20 lugares los que están techados y nunca encontré lugar ahí; incluso, he tenido que estacionar muchas veces sobre el pasto, en la punta del estacionamiento, porque no hay lugar disponible”.
Además, sostuvo que “se generan colas muy tediosas en migraciones y es una sola para todos los que llegan, a veces, de dos vuelos distintos”.
Agencias de viaje. Otras de las fuentes consultadas fueron propietarios de agencias de viaje, que reciben constantemente las quejas de los pasajeros.
Hugo Mercau, director de grupo Lozada, indicó que “hoy por hoy, la falencia es general” y consideró que “la capacidad operativa del aeropuerto está al límite y uno lo ve en varias cosas: hay sólo dos mangas para todos los aviones; la sala de embarque, la semana pasada, tenía juntos 200 pasajeros nuestros, 250 de Iberia y 200 de LAN, y no había asientos para todos”.
“El estacionamiento no es suficiente y me ha tocado tener que estacionar en el césped; hay un máximo de cuatro posiciones de recepción de migraciones cuando a veces se juntan 800 pasajeros, y, por otro lado, tiene una sola cinta de equipaje cuando en la madrugada se juntan dos regresos: el de Copa y Gol”, enumeró.
Para Mercau, “el edificio nuevo, donde se hacen los chequeos, es el que medianamente soporta. El resto de la infraestructura no está preparada para la cantidad de pasajeros que transitan diariamente”.
Andrés Speroni, de la Gerencia de Viajes y Turismo, coincidió en señalar los problemas con las mangas y la cinta transportadora. “Se necesitan cafeterías muy grandes, la de embarque internacional es muy chica, con 20 personas se llenan”, agregó.
Finalmente, Gustavo Beggiato de Beggia Turismo opinó que hacen falta más asientos, mejorar la oferta gastronómica y agrandar el free shop. “Hay mejores en aeropuertos más chicos”, concluyó.
fuente:www.lavoz.com.ar
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