domingo, 10 de abril de 2016

Ercole Felippa: Fadea debe volver a ser un ícono para Córdoba

El nuevo titular pone el acento en una conducción empresarial “que no tuvo la fábrica de aviones” y posicionarla como proveedora de aeropartes.

Aunnque es consciente del desafío que tiene por delante como nuevo presidente de la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea), el optimismo es la cualidad que prevalece en Ercole Felippa en sus primeros días de gestión al frente de la empresa estatal que a mediados del siglo pasado tuvo un desarrollo explosivo.Con 20 años como titular de la láctea Manfrey y directivo de distintas organizaciones como la Unión Industrial de Córdoba, la Cámara de Comercio Exterior y la agencia ProCórdoba, asumió desde el lunes pasado la responsabilidad que le otorgó el presidente Mauricio Macri de convertir a Fadea en una empresa competitiva y sustentable.
¿Imaginó que alguna vez sería presidente de una fábrica de aviones viniendo de un sector tan diferente como el lácteo?
Cuando se conducen organizaciones se adquiere una dinámica de trabajo donde hay cuestiones que son comunes a cualquier organización. Esta es una organización industrial y yo he dedicado la mitad de mi vida a la actividad industrial. Desde el punto de vista técnico, esta organización es muy sólida y reconocida, por lo cual hay gente que conoce el oficio. Lo que le ha venido faltando objetivamente es una conducción que le dé un perfil de manejo empresarial. Muchas veces se le dio más relevancia a la cuestión política y me parece que ahí es donde le podemos hacer un aporte con la gente que me rodea en el directorio. Fue una decisión política del Presidente de poner gente que tenga experiencia en gestión. Eso no quiere decir que sólo con eso tengamos el éxito asegurado. Somos conscientes de los desafíos que tenemos por delante y de las dificultades que tiene la empresa, pero ya estamos trabajando para poder resolverlos.
–La industria aeronáutica global ha tenido un desarrollo tecnológico sideral. En ese contexto, ¿Fadea puede seguir fabricando aviones o hay que buscar otras alternativas?
–La industria aeronáutica avanzó mucho y no es ajena a lo que pasó con el resto de otras actividades económicas; también se ha globalizado. Creo que no hay que enfocar únicamente la sustentabilidad de esta empresa en la producción de aviones, si bien es cierto que hoy la fabricación del Pampa III es el negocio estrella de Fadea. Se va a continuar con la fabricación del Pampa III y hemos estado reunidos con proveedores para darle continuidad al proyecto porque hay una deuda de 30 millones de dólares. Hoy el principal cliente es la Fuerza Aérea. Además del Pampa y del mantenimiento, está la remotorización del Pucará.
–Y por fuera del Estado, ¿qué negocios se pueden hacer?
–Hoy hay una demanda insatisfecha de proveedores por parte de las grandes empresas aeronáuticas y ahí sí creo que se puede desarrollar un área de negocios muy interesante. Esta empresa nunca tuvo con nivel gerencial una área comercial, que hoy me parece fundamental. De nada sirve que fabriquemos los mejores productos si después no lo salimos a ofrecer y a generar las relaciones comerciales para tener un mercado para eso. El caso típico es el Puelche, que es un aeroaplicador y un producto muy competitivo con un nicho de mercado interesante para desarrollar. Hay que generar esa estructura comercial o hacer acuerdos para cubrir la etapa comercial, porque posibilidades de negocios hay muchas, y en estos pocos días ya estamos analizando para ponerlas en marcha.
–¿Y cómo está el contrato con la brasileña Embraer, para proveer piezas para el avión KC-390, que apareció como una opción para insertarse en el mercado internacional?
–El contrato con Embraer está vigente. No es por culpa de Fadea que no se está cumpliendo, sino porque se ha frenado por la crisis de Brasil y el proyecto del KC-390 está prácticamente paralizado. Posiblemente, en términos económicos, no sea un contrato que arroje una gran rentabilidad; quizá esté equilibrado o sea negativo. Pero hay que analizar el significado para Fadea de ser proveedor de una empresa como Embraer.
–Según la auditoría realizada en 2015, hubo en Fadea un déficit de 1.400 millones de pesos. ¿Este año podrán achicarlo, y en qué nivel?
–Sí, por supuesto. Si nosotros analizamos el nivel de quebranto que tuvo la empresa en 2015, es muy difícil. Sólo una empresa del Estado puede subsistir con semejante déficit. Nos proponemos este año disminuirlo lo máximo posible, pero vamos a tener que convivir con un porcentaje importante.
–¿Qué porcentaje de déficit se puede bajar y cómo?
–Bajar la mitad del déficit sería el objetivo de máxima. Estamos haciendo una fuerte reducción de gastos que consideramos superfluos. Con respecto al personal, de lo que mucho se habla, siempre trato de ser muy cauto teniendo en cuenta la sensibilidad que tiene esta cuestión, porque son personas y familias. Yo hice una comparación que de alguna manera es muy utilizada en el campo: no queremos entrar con la motosierra a hacer recortes de personal. Estamos con un plan de retiro voluntario, con personas prontas a jubilarse, y ya se anotaron 150; queremos llegar a 200. No se han renovado alrededor de 20 contratos y se analizarán después algunos casos puntuales. A nivel gerencial, hemos planteado un organigrama de siete gerencias y eran bastantes más; el papel que me dieron era largo.
–¿Fadea puede llegar a autofinanciarse en el mediano plazo?
–No sólo creo, sino que estoy plenamente convencido de que esta es una empresa viable; de que es un sector estratégico para la Argentina, y de que, en función de los recursos humanos que dispone, puede ser una empresa que realmente vuelva a ser un ícono para Córdoba. No lo vamos a lograr de un día para el otro, pero lo que se intenta es armar un plan de negocios que sea elaborado en función de una estrategia y que esta no cambie el día que cambien los futuros directores.
Dedicación “a full”
Manfrey y Fadea. Ercole Felippa continuará como presidente de la láctea Manfrey, aunque delegó todas las funciones ejecutivas, ya que Fadea requiere “una dedicación a full”. Asumió ante el Presidente el compromiso de “poner todo el esfuerzo para cumplir con los objetivos planteados”.
El Pampa III. Hace dos semanas, el primer Pampa III salido de la línea de producción realizó con éxito su vuelo de prueba. Felippa calcula que el segundo avión demorará un año y, a partir de 2017, se produciría uno cada mes y medio. Hay 18 células (el fuselaje) en los hangares, en distinto grado de avance.
El Puelche. Hay cinco aeroaplicadores ensamblados en Fadea, de los cuales uno fue adquirido por la Fuerza Aérea como remolcador de aeroplanos. En el país hay 800 aeroaplicadores y se buscará explotar también este nicho a futuro.
fuente: www.lavoz.com.ar

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