Zona liberada: no hay aviones en el norte para perseguir al narcotráfico
Por: Edgardo Aguilera
Patricia Bullrich
El Operativo Fronteras que ordenó el presidente Mauricio Macri -en el marco de la Emergencia de Seguridad, Decreto N° 228/2016- para el combate de delitos federales trasnacionales de narcotráfico, terrorismo, contrabando, tráfico de armas y trata de personas no cuenta con aviones militares desplegados en la zona caliente del NOA y NEA del país para control y vigilancia del espacio aéreo.
"El objetivo principal de nuestra política de seguridad en las fronteras es negar el acceso territorial a personas, grupos u organizaciones que quisieran cometer ilícitos en nuestro país; y vigilar, detectar e interceptar sus actividades ilícitas transfronterizas", dice la misión del operativo que conduce el ministerio de Patricia Bullrich y coordina el secretario de Fronteras, Luis Green.
Establece prioridades estratégicas que en su mayoría son responsabilidades compartidas con el Ministerio de Defensa, entre ellas, fuerte inversión tecnológica, utilizando radares móviles para cubrir espacios ciegos de la frontera. Implementación de un Procedimiento de Protección del Espacio Aéreo. Vigilancia y el control de Zonas Aeroespaciales, Terrestres y Marítimo-fluviales.
A partir del lunes pasado, dos aviones Tucano de la Fuerza Aérea Argentina se asignaron al Operativo Fronteras, pero las máquinas -afectadas a entrenamiento- permanecen en alerta en la Escuela de Aviación Militar ubicada en la provincia de Córdoba.
La Escuela de Aviación Militar dista a más de 900 kilómetros de la zona limítrofe con Paraguay y Bolivia por donde habitualmente ingresan las avionetas con carga ilegal. Recibido el alerta, tomará al Tucano unas tres horas, desde la puesta en marcha en la base cordobesa, arribar al área de operaciones fronteriza. El lapso favorece la huida del presunto avión infractor, previo lanzamiento de la carga ilícita.
Otro asunto no menor es que el Tucano consumirá combustible -pierde autonomía- en el extenso traslado hacia el punto fronterizo que luego es vital para las maniobras de interceptación y eventual persecución del ilegal. El piloto militar podría verse obligado a aterrizar y reabastecer su aeronave para continuar con el procedimiento. Demasiadas ventajas para el avión narco, casi una zona liberada.
La autonomía del Tucano a una velocidad de crucero de 320 kilómetros por hora es de 3 horas y media. Un dato elemental en la planificación de operaciones de interceptación es que la aeronave actuante disponga del máximo de autonomía en la zona de compromiso. Por eso la Fuerza Aérea construyó una instalación en Resistencia, Chaco.
La obra denominada Base Aérea Resistencia, por la que los contribuyentes pagaron más de $ 12 millones, consta de planta baja y 3 pisos. Está equipada con un radar tridimensional erigido sobre una plataforma de 18 metros de altura; todo se concluyó en 2009. Tiene hangares y alojamiento para una dotación estable de pilotos, mecánicos, operadores y técnicos del radar más los soldados que se encargan de la custodia. Ni la gestión Kirchner ni la actual de Macri han logrado que la instalación militar chaqueña funcione con carácter de base permanente. La Fuerza Aérea la usa en algunas oportunidades sólo en "misión de despliegue" con traslado temporario de aeronaves que retornan a sus bases originales al término de las operaciones. El formato del despliegue obliga a Defensa o Seguridad (dependiendo quién financie la operación) a contemplar erogaciones al personal desplegado por viáticos y otros rubros derivados del desarraigo, amén de los costos por el soporte logístico de los medios involucrados.
"El objetivo principal de nuestra política de seguridad en las fronteras es negar el acceso territorial a personas, grupos u organizaciones que quisieran cometer ilícitos en nuestro país; y vigilar, detectar e interceptar sus actividades ilícitas transfronterizas", dice la misión del operativo que conduce el ministerio de Patricia Bullrich y coordina el secretario de Fronteras, Luis Green.
Establece prioridades estratégicas que en su mayoría son responsabilidades compartidas con el Ministerio de Defensa, entre ellas, fuerte inversión tecnológica, utilizando radares móviles para cubrir espacios ciegos de la frontera. Implementación de un Procedimiento de Protección del Espacio Aéreo. Vigilancia y el control de Zonas Aeroespaciales, Terrestres y Marítimo-fluviales.
A partir del lunes pasado, dos aviones Tucano de la Fuerza Aérea Argentina se asignaron al Operativo Fronteras, pero las máquinas -afectadas a entrenamiento- permanecen en alerta en la Escuela de Aviación Militar ubicada en la provincia de Córdoba.
La Escuela de Aviación Militar dista a más de 900 kilómetros de la zona limítrofe con Paraguay y Bolivia por donde habitualmente ingresan las avionetas con carga ilegal. Recibido el alerta, tomará al Tucano unas tres horas, desde la puesta en marcha en la base cordobesa, arribar al área de operaciones fronteriza. El lapso favorece la huida del presunto avión infractor, previo lanzamiento de la carga ilícita.
Otro asunto no menor es que el Tucano consumirá combustible -pierde autonomía- en el extenso traslado hacia el punto fronterizo que luego es vital para las maniobras de interceptación y eventual persecución del ilegal. El piloto militar podría verse obligado a aterrizar y reabastecer su aeronave para continuar con el procedimiento. Demasiadas ventajas para el avión narco, casi una zona liberada.
La autonomía del Tucano a una velocidad de crucero de 320 kilómetros por hora es de 3 horas y media. Un dato elemental en la planificación de operaciones de interceptación es que la aeronave actuante disponga del máximo de autonomía en la zona de compromiso. Por eso la Fuerza Aérea construyó una instalación en Resistencia, Chaco.
La obra denominada Base Aérea Resistencia, por la que los contribuyentes pagaron más de $ 12 millones, consta de planta baja y 3 pisos. Está equipada con un radar tridimensional erigido sobre una plataforma de 18 metros de altura; todo se concluyó en 2009. Tiene hangares y alojamiento para una dotación estable de pilotos, mecánicos, operadores y técnicos del radar más los soldados que se encargan de la custodia. Ni la gestión Kirchner ni la actual de Macri han logrado que la instalación militar chaqueña funcione con carácter de base permanente. La Fuerza Aérea la usa en algunas oportunidades sólo en "misión de despliegue" con traslado temporario de aeronaves que retornan a sus bases originales al término de las operaciones. El formato del despliegue obliga a Defensa o Seguridad (dependiendo quién financie la operación) a contemplar erogaciones al personal desplegado por viáticos y otros rubros derivados del desarraigo, amén de los costos por el soporte logístico de los medios involucrados.
fuente: www.ambito.com
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