El primer Pampa IA-63 que recibiese el nuevo motor Honeywell TFE-731-40-2N y tuviese que volver a FAdeA tras el accidente en vuelo de demostración que sufriera en el marco del Centenario de la Fuerza Aérea Argentina el pasado año en la EAM donde golpease su ala con otro pampa y aterrizara de emergencia en la propia pista de la Escuela de Aviación; fue reincorporado a la IV Bda previo paso por Morón donde se celebró los 101*Aniversario de la FAA.
En este año que permaneció en FAdeA se le reemplazo el plano por uno nuevo y se aprovecho para una inspección integral, que no dieron otros componentes dañados y demuestra la solidez de la maquina y robustez, lo que traduce en lo confiable como avión de entrenamiento y la excelencia del producto.
A raíz de la tensión
resurgida en estos días entre España y Gran Bretaña por el Peñón de Gibraltar -un enclave en territorio español que Londres
ocupa desde 1704-, el editorialista del Guardian –que también es
periodista en el Sunday Times y en la BBC- escribió una dura editorial en la que denuncia además que "la Roca", como
se denomina también a esta colonia, tiene "un éxito floreciente" como
"paraíso fiscal".
Jenkins ironiza sobre el "orgullo nacional, espoleado aún por el espíritu olímpico" que "infla los pechos y humedece los ojos" en toda la nación británica, ante la partida de naves de guerra a patrullar las costas de Gibraltar. "El Imperio Británico (ha) desaparecido, está muerto y enterrado, terminado –sostiene- y la sola idea de una nave británica destinada a amenazar a España es ridícula. ¿Se supone que bombardeará Cádiz?".
Dice entonces Jenkins que, del "examen de la situación de las colonias británicas actualmente disputadas, Gibraltar y Malvinas", surgen sólo dos conclusiones: o bien la posición inglesa tiene bases sólidas en el derecho internacional, o bien "todo esto no es hoy más que una completa aberración".
Él se inclina evidentemente por lo segundo: "Los Estados-nación del siglo XXI ya no sufren la humillación de ser amputados por esos restos de imperios que datan de los siglos XVIII-XIX -escribe. Hoy, la misma realpolitik impone su desmantelamiento".
A continuación, expone la duplicidad de la corona inglesa respecto de la cuestión colonial: "Va de suyo que los habitantes de esas colonias tienen derecho a la consideración, pero nunca se ha visto a esos derechos ganarle al realismo político. Por otra parte, ésa no fue nunca la posición de Gran Bretaña. (...) No nos tomamos el trabajo de consultar a la población de Hong Kong o de Diego García, sin mencionar siquiera la idea de acordarles la 'autodeterminación', cuando Gran Bretaña decidió arrojarlas al olvido de la Historia".
Recuerda por ejemplo Jenkins que Hong Kong fue devuelta a China en 1997 y Diego García entregada al Pentágono en 1973. A los habitantes de Hong Kong, Londres les negó el pasaporte inglés, y a los de Diego García los deportó a Isla Mauricio y a Seychelles.
Luego asegura que los países sobreviven a la pérdida de sus colonias y pone el ejemplo de Francia y Portugal. Sobre éste último recuerda el caso de Goa, un pequeño estado de la India que los portugueses ocupaban desde el siglo XVI y se negaban a devolver, incluso después de que India declarara su independencia en 1947. Finalmente, los indios lo recuperaron por la fuerza en 1961. Dice Jenkins: "La comunidad internacional no protestó. No es por lo tanto una casualidad que el [primer] plan de invasión a Malvinas por la Argentina en 1982 haya sido bautizado 'operación Goa': Buenos Aires imaginaba que esto también pasaría como un simple pequeño reordenamiento post-imperial".
"Las últimas reliquias del Imperio Británico –agrega Jenkins- sobreviven hoy en los intersticios de la economía mundial. Se cuentan entre los grandes ganadores de la hemorragia fiscal permitida por la mundialización financiera; muchas de ellas se han convertido en sinónimo de sinvergüenzadas". Y recuerda las quejas de España por el oscuro rol del Peñón en toda clase de tráficos y en el lavado de dinero.
"Mientras sigan negando la lógica de la Historia y de la geografía, ni Gibraltar ni las Malvinas estarán realmente 'seguras'. Un día de éstos, estas reliquias de otro tiempo terminarán por fundirse de nuevo con sus territorios naturales y cesarán de ser granos de arena en los engranajes de las relaciones internacionales", concluye Jenkins.
fuente:www.infobae.com
Jenkins ironiza sobre el "orgullo nacional, espoleado aún por el espíritu olímpico" que "infla los pechos y humedece los ojos" en toda la nación británica, ante la partida de naves de guerra a patrullar las costas de Gibraltar. "El Imperio Británico (ha) desaparecido, está muerto y enterrado, terminado –sostiene- y la sola idea de una nave británica destinada a amenazar a España es ridícula. ¿Se supone que bombardeará Cádiz?".
Dice entonces Jenkins que, del "examen de la situación de las colonias británicas actualmente disputadas, Gibraltar y Malvinas", surgen sólo dos conclusiones: o bien la posición inglesa tiene bases sólidas en el derecho internacional, o bien "todo esto no es hoy más que una completa aberración".
Él se inclina evidentemente por lo segundo: "Los Estados-nación del siglo XXI ya no sufren la humillación de ser amputados por esos restos de imperios que datan de los siglos XVIII-XIX -escribe. Hoy, la misma realpolitik impone su desmantelamiento".
A continuación, expone la duplicidad de la corona inglesa respecto de la cuestión colonial: "Va de suyo que los habitantes de esas colonias tienen derecho a la consideración, pero nunca se ha visto a esos derechos ganarle al realismo político. Por otra parte, ésa no fue nunca la posición de Gran Bretaña. (...) No nos tomamos el trabajo de consultar a la población de Hong Kong o de Diego García, sin mencionar siquiera la idea de acordarles la 'autodeterminación', cuando Gran Bretaña decidió arrojarlas al olvido de la Historia".
Recuerda por ejemplo Jenkins que Hong Kong fue devuelta a China en 1997 y Diego García entregada al Pentágono en 1973. A los habitantes de Hong Kong, Londres les negó el pasaporte inglés, y a los de Diego García los deportó a Isla Mauricio y a Seychelles.
Luego asegura que los países sobreviven a la pérdida de sus colonias y pone el ejemplo de Francia y Portugal. Sobre éste último recuerda el caso de Goa, un pequeño estado de la India que los portugueses ocupaban desde el siglo XVI y se negaban a devolver, incluso después de que India declarara su independencia en 1947. Finalmente, los indios lo recuperaron por la fuerza en 1961. Dice Jenkins: "La comunidad internacional no protestó. No es por lo tanto una casualidad que el [primer] plan de invasión a Malvinas por la Argentina en 1982 haya sido bautizado 'operación Goa': Buenos Aires imaginaba que esto también pasaría como un simple pequeño reordenamiento post-imperial".
"Las últimas reliquias del Imperio Británico –agrega Jenkins- sobreviven hoy en los intersticios de la economía mundial. Se cuentan entre los grandes ganadores de la hemorragia fiscal permitida por la mundialización financiera; muchas de ellas se han convertido en sinónimo de sinvergüenzadas". Y recuerda las quejas de España por el oscuro rol del Peñón en toda clase de tráficos y en el lavado de dinero.
"Mientras sigan negando la lógica de la Historia y de la geografía, ni Gibraltar ni las Malvinas estarán realmente 'seguras'. Un día de éstos, estas reliquias de otro tiempo terminarán por fundirse de nuevo con sus territorios naturales y cesarán de ser granos de arena en los engranajes de las relaciones internacionales", concluye Jenkins.
fuente:www.infobae.com