Triplican los ejercicios de aviadores militares
Por: Edgardo Aguilera
El Gobierno nacional decidió triplicar el Curso Básico Conjunto de Aviador Militar (CBCAM) que se imparte en la base de la Escuela de Aviación Militar en Córdoba. A partir de 2006 y hasta ahora todos los aspirantes a piloto de combate de las tres fuerzas armadas cursaban juntos y entrenaban en un mismo tipo de avión de la Fuerza Aérea Argentina. Ahora la instrucción se llevará a cabo en tres plataformas diferentes: aviones Tucano y los modernos Grob TP-120 pertenecientes a la Fuerza Aérea, también en turbo Mentor T-34 C que la Armada tiene basados en la Escuela de Aviación Naval ubicada en la localidad bonaerense de Punta Indio.
En la actualidad, tres promociones de jóvenes oficiales están a la espera de aviones. Una de ellas se dividirá en tres partes bajo el nuevo esquema de instrucción y una cuarta que finalizó su instrucción luego de tres años de entrenamiento recibe hoy el distintivo con las alas de piloto en una ceremonia que encabeza el viceministro Santiago Rodríguez
El Ministerio de Defensa tomó esta decisión de emergencia con el propósito de que el CBCAM concluya en un año calendario y así normalizar el ritmo de egresos y altas de nuevos pilotos a las escuadrillas de cada fuerza.
La medida tiene consecuencias operativas, usar los Tucano en instrucción impide el despliegue previsto de estos aparatos para el operativo Fortín II que se cumple en cooperación con el Plan Escudo del Norte de vigilancia de fronteras noreste y noroeste del país. La Fuerza Aérea busca una solución de fondo; adquirir cinco nuevos entrenadores Grob que llevarían la flota a 15 y así desafectar los Tucano para reasignarlos en misión permanente al operativo Fortín II.
En junio de 2013 el país adquirió 10 aviones Grob TP 120 entrenadores de última generación en Alemania por un monto de 20 millones de euros. La decisión hubiera modificado el panorama, pero del lote total sólo llegaron 4 porque sobrevino la crisis de las reservas y asfixió el cronograma de pagos.
La Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA), propietaria de las aeronaves, entró en default, situación que se revirtió en mayo pasado. La empresa estatal renegoció la deuda con GrobAircraft, pero apareció otro inconveniente derivado de un grueso error logístico cometido por el expresidente Raúl Argañaraz. Al momento de la compra de los aparatos no se adquirieron repuestos, mínima previsión que aconseja cualquier manual de mantenimiento y los aviones quedaron fuera de servicio. La firma estatizada puja con Economía por un refuerzo salvador que permita garantizar la continuidad de tres Grob -el cuarto quedó inutilizado por un accidente- en la línea de vuelo.
La triplicación del esfuerzo en el entrenamiento de pilotos impactará en el presupuesto, por caso, el contralmirante Guillermo Bellido, comandante de la Aviación Naval, ya solicitó un refuerzo de entre $ 4 y $ 7 millones de pesos destinados a la puesta a punto de los turbo Mentor. La Fuerza Aérea tiene un contrato de locación con FAdeA por el que le abona 6.000 horas de vuelo anuales en concepto de alquiler de esas máquinas que podría ser revisado dado que los pilotos del CBCAM se redistribuyeron en otras plataformas de entrenamiento.
El programa de instrucción conjunto CBCAM comenzó en 2006, durante la gestión de Nilda Garré, y nunca pudo lograr la formación de un piloto en el término de un año. Una serie de errores tanto de gestión como de disposición de medios (aviones) adecuados al entrenamiento básico afectaron el curso.
El primer jalón lo puso el entonces jefe del Estado Mayor Conjunto, brigadier general Jorge Chevalier, quien no se animó a contradecir la iniciativa de Garré de unificar la instrucción a pesar de que sabía de la obsolescencia de los entrenadores B-45 Mentor, aparatos con más de 50 años que dijeron basta a poco del comienzo del programa conjunto. La demora en la formación de pilotos de combate por carencia de aeronaves obligó a soluciones poco ortodoxas; se echó mano a avionetas Piper Dakota, tan viejas como los Mentor B-45, y más propias de la capacitación de pilotos civiles. Tampoco fueron solución y las camadas de jóvenes oficiales comenzaron a apilarse año a año sin acceder al brevet de piloto militar.
En la actualidad, tres promociones de jóvenes oficiales están a la espera de aviones. Una de ellas se dividirá en tres partes bajo el nuevo esquema de instrucción y una cuarta que finalizó su instrucción luego de tres años de entrenamiento recibe hoy el distintivo con las alas de piloto en una ceremonia que encabeza el viceministro Santiago Rodríguez
El Ministerio de Defensa tomó esta decisión de emergencia con el propósito de que el CBCAM concluya en un año calendario y así normalizar el ritmo de egresos y altas de nuevos pilotos a las escuadrillas de cada fuerza.
La medida tiene consecuencias operativas, usar los Tucano en instrucción impide el despliegue previsto de estos aparatos para el operativo Fortín II que se cumple en cooperación con el Plan Escudo del Norte de vigilancia de fronteras noreste y noroeste del país. La Fuerza Aérea busca una solución de fondo; adquirir cinco nuevos entrenadores Grob que llevarían la flota a 15 y así desafectar los Tucano para reasignarlos en misión permanente al operativo Fortín II.
En junio de 2013 el país adquirió 10 aviones Grob TP 120 entrenadores de última generación en Alemania por un monto de 20 millones de euros. La decisión hubiera modificado el panorama, pero del lote total sólo llegaron 4 porque sobrevino la crisis de las reservas y asfixió el cronograma de pagos.
La Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA), propietaria de las aeronaves, entró en default, situación que se revirtió en mayo pasado. La empresa estatal renegoció la deuda con GrobAircraft, pero apareció otro inconveniente derivado de un grueso error logístico cometido por el expresidente Raúl Argañaraz. Al momento de la compra de los aparatos no se adquirieron repuestos, mínima previsión que aconseja cualquier manual de mantenimiento y los aviones quedaron fuera de servicio. La firma estatizada puja con Economía por un refuerzo salvador que permita garantizar la continuidad de tres Grob -el cuarto quedó inutilizado por un accidente- en la línea de vuelo.
La triplicación del esfuerzo en el entrenamiento de pilotos impactará en el presupuesto, por caso, el contralmirante Guillermo Bellido, comandante de la Aviación Naval, ya solicitó un refuerzo de entre $ 4 y $ 7 millones de pesos destinados a la puesta a punto de los turbo Mentor. La Fuerza Aérea tiene un contrato de locación con FAdeA por el que le abona 6.000 horas de vuelo anuales en concepto de alquiler de esas máquinas que podría ser revisado dado que los pilotos del CBCAM se redistribuyeron en otras plataformas de entrenamiento.
El programa de instrucción conjunto CBCAM comenzó en 2006, durante la gestión de Nilda Garré, y nunca pudo lograr la formación de un piloto en el término de un año. Una serie de errores tanto de gestión como de disposición de medios (aviones) adecuados al entrenamiento básico afectaron el curso.
El primer jalón lo puso el entonces jefe del Estado Mayor Conjunto, brigadier general Jorge Chevalier, quien no se animó a contradecir la iniciativa de Garré de unificar la instrucción a pesar de que sabía de la obsolescencia de los entrenadores B-45 Mentor, aparatos con más de 50 años que dijeron basta a poco del comienzo del programa conjunto. La demora en la formación de pilotos de combate por carencia de aeronaves obligó a soluciones poco ortodoxas; se echó mano a avionetas Piper Dakota, tan viejas como los Mentor B-45, y más propias de la capacitación de pilotos civiles. Tampoco fueron solución y las camadas de jóvenes oficiales comenzaron a apilarse año a año sin acceder al brevet de piloto militar.
fuente: www.ambito.com
imagen: Airmercosur
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