Guerra narco y espionaje animan cumbre de jefes navales
Por: Edgardo Aguilera
La seguridad marítima de los Estados, desde el monitoreo y control de actividades de pesca, el apoyo a la asistencia humanitaria y a las áreas en casos de desastres o emergencias naturales hasta la lucha contra el narcotráfico, fueron algunos de los temas discutidos en la 26ª Conferencia Naval Interamericana (CNI).
El viernes pasado se clausuraron las cuatro jornadas de deliberaciones de los altos jefes navales de la Argentina (país anfitrión), Brasil, Bolivia, Canadá, Chile, Colombia, Guatemala, Estados Unidos, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay. Faltaron los marinos de Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Venezuela y República Dominicana.
La CNI se creó en 1959; es el más importante espacio de debate, cooperación e interacción naval que reúne los principales comandantes de las Armadas del continente americano.
El encuentro ocurre cada dos años; el último se llevó a cabo en Cancún, México, y el compromiso asumido por todos fue el de fortalecer el intercambio de información mediante la aplicación de procedimientos comunes y cooperación en materia de seguridad marítima.
Si se alcanzó o no ese objetivo, es parte de las conclusiones del presente simposio y no llegan a conocimiento público.
Los jefes navales acordaron que la próxima conferencia, en 2016, se hará en Halifax, Canadá. La elección resulta de interés para la Argentina, que pierde año tras año ingentes recursos pesqueros en la denominada milla 201. Canadá tiene experiencia en la preservación de su riqueza marina. En 1995 usó su Armada, que desplazó a cañonazos las flotas pesqueras de España y Portugal. El episodio se conoció como "Guerra del fletán (lenguado)"; comenzó cuando el Gobierno de Otawa comunicó la modificación de sus reglamentos pesqueros para concederse el derecho de actuar fuera de sus 200 millas jurisdiccionales.
El auditorio de expertos navales concentró la atención en una ponencia; la del titular de la Armada de Colombia. No todas las Armadas del hemisferio reconocen la lucha contra el tráfico de estupefacientes y sus colaterales de terrorismo como una amenaza que deba ser atendida por fuerzas militares. El plenario de marinos no se perdió ningún detalle de la intervención del almirante colombiano Hernando Wills Vélez. Se refirió a la estrategia que utiliza la Marina de su país contra las drogas y cómo aplica sus componentes en el combate del flagelo. Hubo menciones al rol de la inteligencia, aspecto que en la Argentina produce cierto escozor en funcionarios políticos por el mito de que se suele operar al margen de la ley. Una semana antes del inicio de la conferencia naval, la Argentina participó junto con 43 países del VI Foro de Inteligencia y Seguridad Hemisférica que se llevó a cabo en Cali, Colombia. Reunió a directores de inteligencia y oficiales militares del área, quienes debatieron sobre "El papel de la inteligencia frente a los escenarios cambiantes en la lucha contra las amenazas transnacionales y propuesta para desarrollar mejores capacidades de anticipación estratégica".
Lo organizó el comando general de las Fuerzas Armadas de Colombia y el Comando Sur del Ejército de los Estados Unidos. "Buscamos con este foro intercambiar nuestras experiencias para generar nuevas estrategias y metodologías que permitan coordinar todos los organismos de inteligencia, con el fin de que sean más efectivos contra el crimen trasnacional", tal la frase de apertura del comandante de las Fuerzas Militares colombianas, general Juan Pablo Rodríguez.
El viernes pasado se clausuraron las cuatro jornadas de deliberaciones de los altos jefes navales de la Argentina (país anfitrión), Brasil, Bolivia, Canadá, Chile, Colombia, Guatemala, Estados Unidos, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay. Faltaron los marinos de Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Venezuela y República Dominicana.
La CNI se creó en 1959; es el más importante espacio de debate, cooperación e interacción naval que reúne los principales comandantes de las Armadas del continente americano.
El encuentro ocurre cada dos años; el último se llevó a cabo en Cancún, México, y el compromiso asumido por todos fue el de fortalecer el intercambio de información mediante la aplicación de procedimientos comunes y cooperación en materia de seguridad marítima.
Si se alcanzó o no ese objetivo, es parte de las conclusiones del presente simposio y no llegan a conocimiento público.
Los jefes navales acordaron que la próxima conferencia, en 2016, se hará en Halifax, Canadá. La elección resulta de interés para la Argentina, que pierde año tras año ingentes recursos pesqueros en la denominada milla 201. Canadá tiene experiencia en la preservación de su riqueza marina. En 1995 usó su Armada, que desplazó a cañonazos las flotas pesqueras de España y Portugal. El episodio se conoció como "Guerra del fletán (lenguado)"; comenzó cuando el Gobierno de Otawa comunicó la modificación de sus reglamentos pesqueros para concederse el derecho de actuar fuera de sus 200 millas jurisdiccionales.
El auditorio de expertos navales concentró la atención en una ponencia; la del titular de la Armada de Colombia. No todas las Armadas del hemisferio reconocen la lucha contra el tráfico de estupefacientes y sus colaterales de terrorismo como una amenaza que deba ser atendida por fuerzas militares. El plenario de marinos no se perdió ningún detalle de la intervención del almirante colombiano Hernando Wills Vélez. Se refirió a la estrategia que utiliza la Marina de su país contra las drogas y cómo aplica sus componentes en el combate del flagelo. Hubo menciones al rol de la inteligencia, aspecto que en la Argentina produce cierto escozor en funcionarios políticos por el mito de que se suele operar al margen de la ley. Una semana antes del inicio de la conferencia naval, la Argentina participó junto con 43 países del VI Foro de Inteligencia y Seguridad Hemisférica que se llevó a cabo en Cali, Colombia. Reunió a directores de inteligencia y oficiales militares del área, quienes debatieron sobre "El papel de la inteligencia frente a los escenarios cambiantes en la lucha contra las amenazas transnacionales y propuesta para desarrollar mejores capacidades de anticipación estratégica".
Lo organizó el comando general de las Fuerzas Armadas de Colombia y el Comando Sur del Ejército de los Estados Unidos. "Buscamos con este foro intercambiar nuestras experiencias para generar nuevas estrategias y metodologías que permitan coordinar todos los organismos de inteligencia, con el fin de que sean más efectivos contra el crimen trasnacional", tal la frase de apertura del comandante de las Fuerzas Militares colombianas, general Juan Pablo Rodríguez.
Fuente: www.ambito.com
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