martes, 17 de mayo de 2016

Deficiencias en el aeropuerto

Es imperioso subsanar los inconvenientes que se presentan por la defección de instrumentales en el aeropuerto de Córdoba, para que los aviones puedan aterrizar o despegar en días de niebla.

En épocas en que las malas condiciones climatológicas se reiteran con fenómenos de diversa magnitud, es común que el aeropuerto internacional Ingeniero Ambrosio Taravella, de la ciudad de Córdoba, deje de operar tanto para maniobras de despegue como de aterrizaje de aviones. De hecho, las reprogramaciones o las cancelaciones de vuelos afectan a miles de pasajeros que eligen esta vía de traslado para viajar a distintos puntos del país o del exterior.
La situación no es nueva y revela los serios problemas de mantenimiento de algunos equipos de alta sensibilidad que permiten operar en condiciones de visibilidad reducida, sobre todo frente a los persistentes bancos de niebla.
Si bien la Ambrosio Taravella es una de las aeroestaciones con mayor actividad en el país, los problemas son recurrentes y ameritan una urgente remediación. Un informe de este diario –publicado el pasado jueves– dio cuenta de la reiterada salida de operatividad que se registró en el sistema de aterrizaje por instrumental (ILS, por sus siglas en inglés) durante los últimos meses.
En medio del problema asoman organismos y responsabilidades de anclaje burocrático: los controladores aéreos forman parte de la Administración Nacional de Aviación Civil (Anac, dependiente del Ministerio de Transporte de la Nación), pero en la actualidad están bajo responsabilidad de la Dirección General de Tránsito Aéreo de la Fuerza Aérea Argentina.
Este esquema rige desde noviembre de 2011, cuando la entonces presidenta Cristina Fernández transfirió a la Fuerza Aérea las funciones de control del sistema operativo de la prestación de los servicios de navegación, coordinación y supervisión, que estaban a cargo de la Anac. Más allá de estos asuntos, es imperioso subsanar los inconvenientes que se presentan por la defección de 
instrumentales que deberían ser reparados o reemplazados; no sólo para cortar los ciclos de baja operatividad del aeropuerto cuando la niebla obstaculiza la visibilidad, sino también por elementales razones de seguridad.
Un referente sindical de los controladores aéreos que trabajan en el aeropuerto Taravella alertó que no hay una política de mantenimiento de los referidos equipos.
Es un contrasentido que, mientras la imagen de la estación aérea está en tela de juicio por los avatares tecnológicos, se anuncie con pompa que la empresa Air Europa retomará la ruta Córdoba-Asunción-Madrid con cuatro vuelos por semana a partir de diciembre próximo. Esta conexión 
internacional se suma a las ya existentes con Santiago (Chile), Lima (Perú), Río de Janeiro y San Pablo (Brasil) y Ciudad de Panamá.
Se trata de una noticia auspiciosa y que debe motivar a las autoridades con responsabilidad en el aeropuerto a poner en regla los sistemas de control, para que un banco de niebla no obligue a las aerolíneas a tomar otros rumbos.
fuente: www.lavoz.com.ar

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