Estados Unidos busca nuevas bases en la región

Estados Unidos busca nuevas bases en la región

La reacción de Hugo Chávez, ante las primeras versiones de un acuerdo para establecer bases en territorio colombiano, fue de calificarla de “agresión” y “que no permitiremos que el gobierno colombiano entregue La Guajira al imperio”.

Por Ignacio J. Osacar (*)

El acuerdo entre Estados Unidos y Ecuador para el uso de la base aérea de Manta caduca a fin de este año, sin posibilidades de renovación, según lo expresado por el presidente Rafael Correa; y en Honduras, el cese de la ayuda militar, como consecuencia de la inestable situación institucional, provocada por el relevo del presidente Manuel Zelaya, amenaza la continuidad del acuerdo informal que permitía el empleo de la base aérea de Soto Cano. La base de Manta está definida como una Posición Operativa Adelantada (FOL), conjuntamente con los aeropuertos internacionales Reina Beatrix en Aruba y Hato en Curazao -ambas islas son territorios de ultramar los Países Bajos- y la base aérea de Comalapa en El Salvador, mientras que los huéspedes de la base de Soto Cano, denominados Fuerza de Tareas Conjunta Bravo (JTF Bravo) no son considerados en la categoría FOL, aun cuando se encuentran en la zona. Las FOL no son bases, sino actividades operativas que se desarrollan desde pistas de aterrizaje e infraestructura perteneciente a países amigos, con un mínimo de personal, a fin de reducir costos, y que cumplen con el apoyo a misiones contra el narcotráfico. Se han realizado inversiones importantes, desde la perspectiva del país anfitrión, para el mejoramiento de pistas, hangares, equipamiento electrónico y lucha contra el fuego. Las FOL son operadas con 200 a 400 efectivos civiles y militares en turnos rotativos de corta duración, de estos 10 o 15 se encuentran destinados en forma permanente, para ejecutar tareas de enlace con las autoridades locales. Las FOL son operadas casi totalmente por contratistas civiles. Los aviones que operan desde estas pistas incluyen P-3 Orion, E-3 AWAC y C-130. Estas facilidades permiten ejecutar largos patrullajes marítimos, sin requerir de prolongados vuelos de aproximación hasta la zona de operaciones, constituidas por las probables rutas de naves o aeronaves de narcotraficantes, tanto en el área Pacífico centro y sudamericana, como en el Caribe. En Soto Cano, la JTF Bravo, que por su organización, efectivos, y materiales, no se encuentra clasificada junto a las FOL, tiene la misión de lucha contra-narcotráfico y la ayuda humanitaria en toda la región caribeña. Es un elemento con un efectivo permanente de 500 tropas y 18 helicópteros (4 CH 47 Chinook, 9 UH-60 Blackhawk y 6 utilitarios ligeros). Esta disponibilidad de helicópteros les permite desplazar unos 300 efectivos en una sola operación de asalto aéreo. La principal tarea de esta fuerza es mantener la pista de aterrizaje en condiciones para operar las 24 horas con aviones de transporte estratégico C-5 Galaxy. Cabe recordar que esta base fue el centro de operaciones del Teniente Coronel Oliver North y los Contras, durante los años 80, en su ofensiva contra Nicaragua. La ayuda de Estados Unidos a Honduras es significativa ya que el monto de todos los programas militares y policiales en 2008 fue de USD 8.8 millones, mientras que el gasto de Defensa ese mismo año totalizó USD 172 millones. El corte de esa ayuda, que está prevista en USD 9,4 millones para el 2010 tendría un impacto importante. La fluidez de los acontecimientos políticos en la región, exige a Estados Unidos buscar alternativas, para mantener la continuidad de las operaciones de vigilancia e interdicción contra el narcotráfico. Se debe remarcar que el objetivo del terrorismo está incluido con prioridades cambiantes y difusas, como así también las otras nuevas amenazas, como el tráfico de armas y de personas. Ante esta situación sería probable que se busque acordar con Colombia en el uso de bases navales y aéreas. Según un medio colombiano estas serían cinco: la base de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC) en Malambo (departamento Atlántico), la de Apiay (departamento de Meta) y la de Palanquero (departamento Cundinamarca), la base de la Armada de Colombia (ARC) Bahía de Málaga (departamento Valle de Cauca) y la de Bolivar ( departamento Bolivar). La de Palanquero es la que tiene la pista de aterrizaje más larga y las mejores instalaciones de infraestructura operativa de apoyo. Los Estados Unidos tienen en Colombia autorizados por ley hasta 500 efectivos militares y 600 civiles contratados en forma permanente. El Departamento de Defensa elevó al Congreso en Mayo pasado, un presupuesto de USD 46 millones, para la construcción de instalaciones en la base de Palanquero. De acuerdo al documento de planeamiento del Comando de Movilidad Aérea (AMC) el uso de esta base no se limitaría a operaciones contra-narcóticos o a la región andina, sino que especifica que el Comando Sur (Southcom) apunta a establecer hasta el 2025 una base con “alcance de movilidad aérea sobre todo el continente sudamericano”, además de conservar la capacidad inicial de operaciones contra-narcóticos. El Comando Sur agregó que desde Palanquero “casi la mitad del continente puede ser cubierta por un C-17 sin reabastecerse”, y si hubiera combustible en su destino, “un C-17 podría cubrir el continente entero con excepción de la región de Cabo de Hornos”. La apreciación estratégica desarrollada por el Comando Sur plantea la posibilidad adicional de tener acceso a la Guayana Francesa y a la isla de Antigua y Barbuda -miembro de la Mancomunidad de Naciones- lo que permitiría alcanzar la costa de Africa, y aun admitiendo que las relaciones políticas con Brasil son actualmente insuficientes para ese acuerdo, se agrega a Recife, con ese mismo fin, cosa que ya aconteció durante la 2da Guerra Mundial, cuando Brasil integraba los países Aliados en contra del Eje. La reacción del presidente Hugo Chávez, ante las primeras versiones de un acuerdo para establecer bases en territorio colombiano, fue de calificarla de “agresión” y “que no permitiremos que el gobierno colombiano entregue La Guajira al imperio”. La influencia de Hugo Chávez en la región caribeña, centro y sudamericana a logrado adhesiones en los gobiernos de Evo Morales de Bolivia, Daniel Ortega de Nicaragua y Rafael Correa de Ecuador, quienes adoptaron posiciones abiertamente antinorteamericanas, a los que se sumó en los últimos meses, en forma sorpresiva, Manuel Zelaya de Honduras, lo que provocó su caída y el inicio de una crisis en desarrollo, con posible extensión a los países vecinos, especialmente Nicaragua. Lo que era desde hace una década un modelo de control regional, cuestionado, pero de eficacia aceptable, enmarcado en las operaciones contra-narcotráfico, la ayuda humanitaria y en menor medida, la lucha contra otras nuevas amenazas, que incluyen el terrorismo; pareciera estar a su vez amenazado, dado que podría perderse en el corto plazo, la mitad de sus puntos de apoyo y requerirá de un replanteo respecto a las prioridades operativas y acordar el uso de nuevas bases en otros países amigos, que como Colombia, brinden cierta garantía de previsibilidad política, paradójicamente, en un escenario de lucha insurgente, que aunque disminuida, continua en desarrollo •

(*)Coordinador de la Comisión de Defensa del CENM

fuente:www.lmcordoba.com.ar