LMAASA paralizada

Otra vez, la Fábrica de Aviones está prácticamente paralizada

Aseguran que hoy se alcanzaría un acuerdo con Apta para volver a producir.
Cuando, en el inicio de la campaña electoral, el 17 de marzo pasado, la presidenta Cristina Fernández encabezaba en Córdoba un acto para realizar el anuncio formal sobre la recuperación por parte del Estado de la Fábrica de Aviones, parecía que otro futuro se abriría de inmediato en esa planta, que aún está en manos de la empresa norteamericana Lockheed.

Sin embargo, a casi cuatro meses de aquella eufórica y colorida ceremonia, desarrollada en medio de aviones Pampa en montaje y con videos que combinaban la historia de la Fábrica con imágenes de la mandataria, esas naves fabriles navegan por un escenario de incertidumbre, afectadas por un largo conflicto laboral y por la inesperada demora parlamentaria en la aprobación del proyecto de traspaso.

“Hoy la Fábrica continúa casi parada, el Senado todavía no sancionó la reestatización, han surgido diferencias por la valuación en los bienes a comprar y, lo peor a mi criterio, es que los planes futuros de producción son sólo enunciados. No hay nada firme, ni con Embraer, ni con Airbus”, comentó ayer una fuente empresaria con puntilloso conocimiento de la situación.

Esta imagen fue confirmada a La Voz del Interior por una calificada fuente del Ministerio de Defensa de la Nación quien, sin embargo, le quitó dramatismo a los problemas. “El compromiso de Lockheed y de los gremios es que en las próximas horas la planta esté otra vez andando, cumpliendo los contratos que tiene”, dijo el interlocutor que pidió reserva.

Concretamente, según el vocero, hoy se firmaría en el Ministerio de Trabajo de la Nación un acuerdo entre Apta y Lockheed para terminar con la crisis y retomar los programas.

Clima enrarecido. Tras el anuncio de la reestatización, el clima interno de la fábrica verificó un notable desmejoramiento. La Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (Apta) envió a principios de junio una carta a la ministra de Defensa, Nilda Garré, donde cuestionaba con dureza a la cara visible de esa cartera dentro de la planta, Mirta Iriondo.

La acusaban de dejar pasar hechos considerados graves, como el rechazo de trabajos pedidos por terceros o el desarmado de aviones de la Fuerza Aérea para poner esas piezas en otras aeronaves. Apta exteriorizó sus acusaciones de “vaciamiento” con una protesta pública, pero luego, en plena campaña, llegó desde Buenos Aires la sugerencia de que los planteos no debían trasponer el perímetro fabril.

A cambio, las autoridades aseguraron que el traspaso se aprobaría con celeridad, promesa que se cumplió el 20 de mayo en Diputados y que, atravesado el trámite parlamentario, llegarían inversiones por 10 a 15 millones de pesos.

Pero en el Senado el proyecto pasó a comisión. El radical Ernesto Sanz afirmó que “no existe claridad en el sistema de valuación del precio y no se sabe en qué valor comprará el Estado” las acciones de Lockheed. Están en juego 63 millones de dólares que el Gobierno debería poner para arrancar con su proyecto.

Sólo en los anuncios

Interrogantes. El Gobierno materializó en distintos documentos su intención de redireccionar la actividad de la Fábrica de Aviones de Córdoba, pero esos proyectos hasta ahora atraviesan por un frente de indefiniciones.

Con Brasil. A cambio de la compra de 20 aviones a Embraer destinados a Aerolíneas Argentinas, la compañía brasileña le aseguraría a Córdoba la producción de partes y piezas.

Con Europa. Lo mismo ocurre con Airbus. El ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime, aseguró en su momento que la fabricante europea también sería cliente, a cambio de la adquisición de 15 ó 20 aeronaves.

Sin novedad. Hasta el momento no existe un detalle sobre cuáles serán esos elementos y por cuáles montos los contratos.
fuente:www.lavoz.com.ar