En tiempos de una oleada de piratería, el secuestro del Arctic Sea el 24 de julio pasado en el Canal de la Mancha, casi pasó inadvertido. Con su rescate, prácticamente un mes después, comenzaron a circular fuertes rumores sobre el verdadero contenido del carguero y su puerto final. Los periodistas Mark Frachetti y Uzi Mahnaimi revelan que el buque transportaba armas a Irán y que el Mosad, servicio secreto israelí, podría haber estado implicado en el secuestro. A continuación, los principales fragmentos publicados en el diario británico The Guardian.
Moscú y Tel Aviv - El carguero Arctic Sea, que desapareció en el Canal de la Mancha, transportaba armas a Irán y era objeto de seguimiento por el Mosad (el servicio secreto israelí), según confirmaron fuentes tanto en Rusia como en Israel.
El Arctic Sea, que oficialmente transportaba un cargamento de madera valorado en un millón y medio de euros, desapareció el pasado 24 de julio, cuando cubría la ruta entre Finlandia y Argelia. Fue avistado de nuevo en aguas de África occidental el 17 de agosto, cuando ocho de sus presuntos secuestradores fueron detenidos.
El Kremlin desmintió reiteradamente que el buque transportara un cargamento secreto y sostiene que fue secuestrado por delincuentes comunes que exigían un rescate de 1.150.000 euros.
La versión oficial fue refutada por fuentes que, tanto en Tel Aviv como en Moscú, aseguraron que el barco navegaba cargado con misiles S-300, las armas tecnológicamente más avanzadas de Rusia contra aviones de combate, que fueron introducidas mientras era sometido a reparaciones en el puerto ruso de Kaliningrado.
Según se dice, el Mosad, que vigila con el máximo rigor los suministros de armas a Irán, pasó al Gobierno ruso el rumor de que el cargamento había sido vendido por ex miembros del Ejército ruso vinculados con el mundo de la mafia.
A raíz de ello, el Kremlin ordenó a la Marina rusa una misión de rescate con destructores y submarinos. Cualquier prueba de que el Kremlin hubiera permitido que armamento tecnológicamente avanzado cayera en manos de delincuentes o se vendiera a Irán habría sido muy difícil de explicar, por lo que los jefes del Ejército creyeron que era mejor inventar una cortina de humo.
«La versión oficial es absurda y se difundió para salvar la cara al Kremlin (revelaron fuentes militares rusas). Hablé con personas que estuvieron al tanto de la investigación y prácticamente confirmaron la implicación del Mosad. Es de risa pensar que se montó todo este alboroto por un cargamento de madera. No soy el único que cree que el barco llevaba armas a Irán».
Los presuntos secuestradores -cuatro estonios, dos rusos y dos letones- comparecerán ante un tribunal en Moscú. Según la versión del Kremlin, los ocho piratas abordaron el Arctic Sea en el Mar Báltico con la excusa de que su lancha inflable se encontraba en mal estado y a continuación se apoderaron del barco a punta de pistola.
Fuentes consultadas en Moscú insinuaron que posiblemente el Mosad tomara parte en el presunto secuestro del barco y que hubiera reunido a propósito una banda de delincuentes que es muy poco probable que conocieran la verdadera naturaleza del cargamento secreto del barco.
«Para los israelíes, la mejor manera de impedir que el cargamento llegara a Irán era montar una gran confusión en torno a ese barco», afirma un ex jefe del Ejército.
«En cuanto saltara a los medios de comunicación la noticia del secuestro, el juego de los traficantes de armas quedaría al descubierto», añade el ex militar. «A los rusos no les quedaba más remedio que tomar medidas. Ésa es la razón por la que no descarto que el Mosad estuviera detrás del secuestro. Ese montaje fue lo que terminó con el envío de las armas y lo que dio al Kremlin una salida para decir que montó una brillante misión de rescate».
Según fuentes del Ejército israelí, Jerusalén recibió información confidencial de que en Kaliningrado, un puerto bien conocido por el contrabando, se estaban embarcando armas con destino a Irán. «Entonces se tomó la decisión de informar al Kremlin», dijeron las mismas fuentes.
En el caso de que los misiles S-300 hubieran llegado a su destino, Irán habría visto considerablemente reforzada su capacidad de defensa aérea.
Fuentes de las FF.AA. israelíes informaron de que, en caso de ataque a las instalaciones nucleares iraníes, los misiles de esa clase podrían aumentar las bajas israelíes en un 50 por ciento.
Desde la recuperación del Arctic Sea, Rusia impuso un bloqueo informativo por razones de seguridad. Los secuestradores, la tripulación del carguero y dos equipos de investigación fueron transportados por vía aérea de regreso a Moscú en tres aviones de carga del modelo Il-76.
fuente:www.ambito.com
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