martes, 9 de junio de 2009
SE CUMPLIERON 50 AÑOS DEL PRIMER ENGANCHE EN UN PORTAVIONES DE LA ARMADA
Lo realizó un avión NA sobre la cubierta del ARA “Independencia”, el 8 de junio de 1959. Lo piloteó el entonces capitán de corbeta Justiniano Martínez Achával.
La adquisición del portaviones ARA “Independencia” en 1958 cambió el rumbo definitivo de la Armada Argentina.
A partir de diciembre de ese año fue incorporado en la Flota de Mar sumando capacidades a la Aviación Naval, cuya doctrina y linaje son forjados a partir del trabajo integrado.
El 3 de junio de 1959, acompañando a las unidades de la Flota de Mar como “nave almirante”, zarpó al golfo Nuevo, al noreste de la provincia de Chubut, mientras aeronaves de la Escuadrilla NASNJ-5C “navalizada” esperaban el momento de posarse por primera vez en su cubierta de vuelo.
Cinco días más tarde, el avión 2-A-301 tripulado por el Capitán de Corbeta Justiniano Martínez Achával zarpó desde la Estación Aeronaval Puerto Madryn y tras sobrevolar a las unidades de la Flota de Mar que navegaban en formación, comenzó las comunicaciones radiales para concretar el primer “enganche” en el portaviones.
Luego de aproximarse y colocarse a la popa del “Independencia”, cobró altura de aterrizaje. Señaleros y demás personal en la cubierta de vuelo fueron testigos privilegiados del primer anavizaje y enganche. Fue una maniobra perfecta.
“Si bien en ese momento se lo tomó como un acontecimiento más dentro del proceso de adaptación de la Aviación Naval al portaviones, es el que inició un camino y marcó un hito en las operaciones de la aviación de ataque”, cuenta hoy el Capitán de Fragata Daniel Tricerri, jefe de la División Bases del Comando de la Aviación Naval.
De este enganche pionero no existen registros fotográficos. Sólo se conservó una nota en la libreta de vuelo del piloto que dice: “1er aterrizaje en PAL Independencia”, señala.
“Tanto el enganche, como cualquier interacción con el portaviones es una operación compleja. Desde el punto de vista del piloto es muy excitante. Se requiere mucha concentración y aunque demanda gran exigencia, suele ser la mayor satisfacción para un piloto de ataque”, agrega.
“Actualmente, mantenemos la capacidad de operación en portaviones interactuando con otras Armadas y adiestrando permanentemente al personal”, explicó.
El Capitán Tricerri fue comandante de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque y durante su carrera realizó varios enganches con portaviones durante operativos internacionales, piloteando los caza Súper Etendard.
fuente:www.ara.mil.ar
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